Aunque podamos ser ciudadanos del mundo, jamás podremos olvidar nuestras propias raíces. Las costumbres cambian, pero las tradiciones se conservan y son las que llevamos en nuestra valija y las que nos representan.
Aunque podamos ser ciudadanos del mundo, jamás podremos olvidar nuestras propias raíces. Las costumbres cambian, pero las tradiciones se conservan y son las que llevamos en nuestra valija y las que nos representan.