Italia se distingue por su excelente gastronomía, pero su cocina no se limita a pastas y pizzas como muchos creen, también cuenta con exquisitos postres. Uno de los más deliciosos y que traspasó fronteras es el tiramisú, un pastel hecho con bizcochos de soletilla (también conocido como “plantillas”, “vainillas” y, en italiano, savoiardi) café, cacao y queso mascarpone.
Debido a su recorrido por el mundo, su receta sufrió muchas variaciones, pero su esencia italiana es la misma.
En algunos lugares lo llaman “postre del amor”, ya que es utilizado como afrodisíaco. Sí, leíste bien, afrodisíaco. Según la historia, los nobles de Italia lo comían previo a sus encuentros amorosos. Interesante, ¿no?.
Es un postre con alto valor energético y su nombre lo dice todo. La traducción de “tiramisú” sería “tirame arriba”, “levantame”, “animame””
El tiramisú: un postre de mil recetas y mucha historia
Definir el origen de un plato suele ser algo complicado, aún más cuanto es antiguo y sobre todo, italiano. En el caso del tiramisú, hay varias versiones que se escuchan en Italia.
Una de ellas dice que este postre fue elaborado en honor al granduque de Toscana, Cosimo III de Medici, quien debía visitar Siena en el siglo XVII. Los pasteleros lo conocían como una persona muy golosa por lo que decidieron prepararle un postre que reflejara su personalidad. Implementaron el café y el cacao para representar su fuerza y virilidad, y el mascarpone por su humildad. Fue todo un éxito y el delicioso “tiramisú” llamado en ese entonces “sopa del duque”, se hizo famoso.
La segunda leyenda sitúa el surgimiento del postre en pleno siglo XIX. Atribuye su creación a una pastelería de la ciudad de Turín en tributo al conde de Cavour, Camillo Benso. La receta es similar a la primera, pero sin mascarpone, reemplazado en este caso por mantequilla.
La tercera versión y una de las más conocidas, sitúa la aparición del tiramisú en los burdeles de Treviso durante los años 50 del siglo XX. Allí la madame ofrecía un dulce a los visitantes diciendo: te doy un postre que “te tira su” (“tirar arriba”). En otras palabras, les ofrecía un bocado frío, dulce, excitante, para que tengan fuerza y siga la fiesta.
La disputa entre Véneto y Friuli
Todos los casos anteriores con respecto al origen del “tiramisú” no se consideraron veraces y surgió la verdadera disputa. La gran discordia entre las regiones de Véneto y Friuli Venezia Giulia, con las provincias de Treviso y Udine. Treviso coloca la procedencia del tiramisú a finales de los años 60 en el restaurante “Le Beccherie” gracias a la idea del pastelero Loly Linguanotto. En tanto que Friuli Venezia Giulia posiciona su origen en el hotel-restaurante Roma en Tolmezzo (Udine) durante la década de 1950.
Ambas regiones disputan hasta ahora su creación, aunque el Ministerio de Políticas Agrícolas italiano decretó en el 2017 que es oficial de la región friuliana.
Tiramisú italiano clásico
En fin, sea cual sea su verdadero origen, este postre italiano es uno de los preferidos en Paraguay. Se los puede encontrar en casi todas las pastelerías y confiterías. También en los eventos de las asociaciones regionales y la tradicional Fiesta Italiana que se realiza cada año en Asunción. Pero como digo siempre, no hay nada mejor que algo casero con un toque personal y más aún en este tiempo donde muchas ciudades siguen en cuarentena sanitaria debido al coronavirus. Por eso, hoy te voy a dejar una receta fácil, rápida y deliciosa para que la disfrutes en familia y en la comodidad de tu hogar. Vamos a preparar el tiramisú italiano clásico que no lleva licor. Aunque si lo deseas puedes agregar un poco, así como también pizcas de chocolate.
¡Anotá los ingredientes!
- Café 175 ml
- Azúcar blanca 100 g
- Queso mascarpone 400 g
- Bizcochos de soletilla o savoiardi 200 g
- Clara de huevo 2
- Yema de huevo 4
- Cacao amargo en polvo
Preparación:
- En primer lugar, preparamos una cafetera de café expreso bien fuerte y lo dejamos enfriar.
- Después, batimos las dos claras a punto de nieve y las reservamos.
- En otro recipiente batimos las cuatro yemas con el azúcar hasta que tenga una consistencia espumosa.
- Añadimos el mascarpone poco a poco y mezclamos a poca velocidad. Incorporamos las claras montadas y las incorporamos con una espátula realizando movimientos envolventes.
- En un molde rectangular, ponemos una capa de bizcochos de soletilla empapados en el café (importante sumergirlos en él sin dejarlos mucho tiempo, pues se romperían) y los cubrimos con una capa de la crema de huevos, azúcar y mascarpone que ya preparamos.
- Repetimos lo mismo encima. Ponemos otra capa de bizcochos de soletilla empapados en el café (pero en sentido trasversal) y lo cubrimos con una capa de la crema de mascarpone.
- Por último, espolvoreamos con cacao amargo en polvo y guardamos en la heladera un mínimo de tres horas. Cortamos en cuadraditos y servimos bien frío. ¡Listo, muy fácil!
Posibles dudas:
¿Si no consigo queso mascarpone lo puedo reemplazar por otro?
El queso clásico para el tiramisú es el mascarpone, pero se puede sustituir por otro. Por ejemplo: queso de untar o queso crema. Aunque son diferentes en textura y sabor, así que no se logra el mismo resultado. ¿Cuánto tiempo debe refrigerarse el tiramisú?
Debe reposar en la heladera por lo menos por 3 horas, pero si queda más tiempo es aún mejor. Así la crema tendrá la consistencia justa y los bizcochos se habrán humedecido correctamente. Te recomiendo sacarlo 10 minutos antes de consumir y espolvorear de nuevo con cacao para darle un último toque delicioso para el paladar y para la vista.
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