Zanotti Cavazzoni, dinastía asuncena-emiliano-romagnola - itAsunción

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HISTORIAS PERSONAJES

Zanotti Cavazzoni, dinastía asuncena-emiliano-romagnola

Zanotti Cavazzoni - Amedeo Ulrico Zc

Imaginate a dos amigos, en sus años mozos, viajando por América del Sur con su título de médicos “bajo el brazo”.
Termina el siglo XIX. Luigi Zanotti Cavazzoni (vástago de una antigua y noble familia emiliana) y el lucano Domenico Scavone buscan un presente de trabajo y un futuro soñado -pero, más que nada, tangible-. Brasil es el destino. Pero allí no es tan sencillo poder ejercer la profesión… “Revalidar el título implicaba prácticamente tener que cursar de nuevo casi toda la carrera”, nos cuenta José Zanotti Cavazzoni, abogado, empresario y presidente del Comites de Asunción y del Círculo Deportivo y Cultural Italo Paraguayo. (“Lo zio Luigi” era su tío abuelo). En Argentina, sucede lo mismo, y entonces ambos amigos rumbean para Asunción, donde “no sólo la reválida fue inmediata, sino que también nombraron a ambos profesores de la Facultad de Medicina”.

Zanotti Cavazzoni - Luigi Y Su Hija

Médicos, farmacéuticos, empresarios

Tras la posguerra del 70, en efecto, se había fundado en 1889 la Facultad de Medicina en la Universidad Nacional de Asunción.
Zanotti Cavazzoni y Scavone se incorporan a su claustro unos diez años después, junto a otros compatriotas como Davide Lofruscio, Italo De Finis, Antonio Gasparini e Vittorio Mariotti.
Y hacen historia: forman a la primera promoción de médicos paraguayos.
Luigi y Domenico deciden abrir una farmacia, situada frente a la plaza Uruguaya. Es la Farmacia de la Cruz Roja, que pronto se muda cerca de la Catedral Metropolitana, en la esquina de las calles Mariscal Estigarribia e Independencia Nacional, dando origen a la famosa cadena Farmacia Catedral. Y a otra dinastía (pero esa es otra historia).
El hecho es que la producción de medicamentos de Luigi y Domenico crece rápidamente, al punto que los dos amigos llaman a hermanos, sobrinos y parientes para que se les unan. Entre ellos, llega Amedeo Zanotti Cavazzoni y Elio Billi.

Zanotti Cavazzoni - Billi

Zanotti Cavazzoni, comerciantes e industriales

En cambio, los parientes de Luigi diversifican los negocios. Su hermano Amedeo (abuelo de José) y los hijos de éste fundan el Almacen Zanotti Cavazzoni, Billi & Cía. Cuenta José que la casa comercial vendía al público, “importaba productos de Italia – ‘prosciutto, formaggio, olio extravergine di oliva, vino, olive…’- y exportaba café, yerba mate, etc.”.
Luego, el nonno y sus hijos Alfredo y Ulrico crean, entre otros parientes uno zuccherificio en la ciudad de Guarambaré: La Felsina agrícola, industrial y comercial S.A. “La primera azucarera en producir azúcar orgánico”, subraya José con cierto orgullo, “que exporta en su totalidad. Es una empresa familiar, no enorme, pero sana”, añade.

Zanotti Cavazzoni - La Felsina

Cervia, Poggio Imperiale y Asunción

“A este punto de la historia, viene una anécdota”, cuenta divertido José Zanotti Cavazzoni. “El nonno nació en Cervia, balneario de la Romaña sobre el Adriático, donde su padre Giuseppe, que era de Bologna, se había transferido, pues había sido nombrado intendente. Allí conoció a una señorita paraguaya, que estudiaba en Poggio Imperiale (Foggia) y que iba a veranear en Cervia con su familia. Se llamaba llamada Angelita…
“Resulta que Angelita era hija de Domingo Scavone”, ¡justo el amigo que había ido a América con el tío de! Angelita y Amedeo se casaron y se fueron a vivir a Asunción.
Su hijo, José Domingo Zanotti Cavazzoni Scavone, será más tarde embajador de la República del Paraguay en Roma.

Zanotti Cavazzoni - Nonni Zc

¡Tenía que aprender italiano!”

¿Cuáles son sus primeros recuerdos “italianos” de su infancia?, preguntamos a José Zanotti Cavazzoni. “Mi amor por Italia y mi pasión por la italianidad surge a raíz de mis abuelos Amedeo y Angelita. Cuando era niño, vivíamos muy cerca de la casa de ellos y yo iba prácticamente todos días a visitarlos. Y los domingo era religión ir a almorzar con ellos. Y comer, naturalmente, pasta hecha por la nonna”.
Resulta que el nonno era casi sordo. “Y sin embargo”, cuenta don José, “cuando hablaba con la nonna en italiano se entendían perfectamente… ¡Cómo es eso! -pensábamos nosotros-, ¿cuando hablamos con él, no nos oye, pero a la nonna la entiende perfectamente? Así, para poder hablar con el abuelo, quise aprender italiano. Me leía (más bien, miraba…) todos los periódicos que llegaban al almacen -el Corriere della Sera, La Domenica del Corriere, Epoca, Gente…- y a repetir palabras que oía de él. Con el tiempo, pude entenderme bastante bien con él en italiano”. Luego estudió una temporada en el Instituto Dante Alighieri, y hoy, cuando está en Italia, lo confunden con un nativo. “Con mis hijos, también hablamos italiano” revela.
En 1976, ya joven abogado, conoció por primera vez la península, y dos tías abuelas que aún vivían (¡de 95 y 92 años!) y se quedó con ellas casi dos meses.
Desde entonces, “prácticamente todos los años” regresa a la patria de sus amores, cuyos descendientes representa con orgullo y espíritu de servicio, junto a los demás miembros del Comites de Asunción.

Zanotti Cavazzoni - Con Cgie
José Zanotti Cavazzoni, primero de la derecha.
Zanotti Cavazzoni, dinastía asuncena-emiliano-romagnola ultima modifica: 2020-04-17T12:09:46-04:00 da Silvano Malini

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