Milán, 1945. La ciudad, en una calma muy tensa, despertó el 24 de abril con un comunicado radial de Sandro Pertini (quien más tarde sería presidente de la República). El entonces dirigente del Comitato di Liberazione Nazionale dell’Alta Italia (CLN) proclamó la huelga general y la insurrección de todos los partisanos del Norte. Se ocuparon las fábricas, y el día siguiente, el 25 aprile, miles de combatientes voluntarios de la Resistenza llegaron al centro de la ciudad. Italia se había liberado finalmente del yugo del fascismo.
El 25 aprile de 1945
Con una reunión en el arzobispado, el CLN intentó negociar la rendición de Mussolini, quien sin embargo no aceptó. Al contrario, contestó con otro comunicado, que convocaba a todas las Camisas Negras (las milicias fascistas) a concentrarse a Milán. Pero la resistencia sin cuartel era en realidad un amague, una cortina de humo detrás de la cual el Duce preparaba su fuga. La ciudad celebró, pues el ingreso de los partigiani se transformó en un desfile de la victoria: la ciudad (y la casi totalidad del país) eran libres del yugo del fascismo. Cinco días después, mientras también Venezia se liberaba (ya lo habían hecho Bolonia y Génova), los Aliados anglo-estadounidenses entraban en una Milán que ya había recobrado la alegría, la serenidad y una nueva esperanza.
La rendición total de las fuerzas nazifascistas en Italia se firmó en Caserta el 29 de abril, aunque las escaramuzas terminaron recién el 3 de mayo. Mussolini, en fuga disfrazado de militar alemán, fue capturado por una columna partisana en Dongo, a la orilla del Lago di Como, y fue ejecutado la mañana siguiente. En el abril de 1946, quedó instituida la fecha del 25 aprile (25 de abril) como Fiesta Nacional por ser el aniversario de la Liberación del nazi-fascismo.
Conmemorar para ser mejores
Cada año, ese día el presidente de la República ofrenda una corona de laurel al Soldado Desconocido, sepultado en el Altar de la Patria.Una exhibición de las Frecce Tricolori engalana el cielo romano con los colores nacionales.
Este día recordamos todas las víctimas de la guerra. Y honramos a los partigiani. Son cerca de 200.000 hombres y muchachos (y mujeres también, sobre todo en arriesgadas misiones de enlace y comunicación) que respondieron al llamado de la libertad. Abrazaron las armas y vivieron en la clandestinidad en las montañas o escondidos en las campañas. Cerca de 46.000 perdieron la vida.
El 25 aprile de 2021
Este año, por segunda vez, las conmemoraciones del 25 aprile serán en “modo Covid”. Sólo las autoridades de cada municipio, sin público participante, realizarán los homenajes correspondientes a los caídos por la reconquista de la libertad.
En Milán, una delegación de partigiani se reunirá frente el Arco della Pace. Mientras tanto, contenidos conmemorativos se transmitirán en streaming.
Ferrara recordará el hito histórico recordando también el hallazgo, acontecido hace 10 años, de un avión de guerra de la RAF británica abatido por las fuerzas alemanas. El bombardero A-20 Boston, “bautizado” Pippo) fue encontrado con los restos de sus cuatro tripulantes. Los protagonistas del hecho relatarán cómo se dio y como posteriormente buscaron los familiares. En un día altamente emotivo, el hermano de uno de ellos pudo visitar el lugar y completar el duelo, honrando la memoria de su hermano.
Una fecha para todos los italianos
La fecha del 25 de abril suele teñirse de polémica (gracias a Dios, cada vez menos) y resucitar rencillas políticas. Los “nostálgicos” de la “grandeza” del fascismo no encuentran nada que celebrar… Pero allá ellos… Para los italianos en su conjunto es un día “instructivo”: recuerda las consecuencias de seguir falsos delirios de grandezas. De dejarse engañar por promesas grandilocuentes a costa de perder las libertades ciudadanas. Advierte sobre los peligros de una ideología que ensalza la violencia como expresión de superioridad “racial” y de “civilización”. Cada 25 aprile, lejos de la euforia, recordamos el sacrificio realmente heroico de hombres comunes que supieron anteponer el ideal de comunidad, de patria, de pueblo, con todos los valores que conlleva, a la relativa comodidad de una vida sin horizontes en una nación profundamente dividida.
Una fecha instructiva
Los italianos tenemos que reconocer que fuimos y somos también esto: los insensatos que se encandilaron con la falsa gloria prometidas por el fascismo y que en nombre de esos ideales oprimieron a propios y ajenos.
Gracias a Dios, también somos los que reaccionaron, se aliaron, resistieron, combatieron y vencieron. Y que, después de los años de las venganzas y de la brutalidad, después de la paz, pudieron dar vuelta a la página. Sepultaron a la violencia y volvieron a reconocerse hermanos. Hasta reconstruir una convivencia ciudadana y una identidad nacional que eliminó las posibilidades del regreso de ideologías nefastas. De esto sí, tenemos que ser orgullosos. Esto tenemos que enseñar a nuestros hijos.
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Excelente artículo!